22.3.10

Decimos mucho sin adjetívos

Examino la habitación. Tiene humedad, a las ventanas les faltan trozos de vidrio,
parece no haberse limpiado en 3 años. Hay una cama con las sabanas por el piso, un
televisor sin funcionar, ropa en desorden. Casi no hay luz. No hay rastros de vida. Nadie
entró en años. Suciedad aquí y allá. Molesta, duele e impacta a la vista, nadie se
animaría a dormir aquí. Tiene olores que cuesta soportar, me quiero ir, duele estar acá.
¿Quién se animaría a vivir aquí? Desconozco. Lo único que se, es que es mi habitación

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